miércoles, 16 de julio de 2014

Tercer día, de punta a punta

Camino Juvenil Solidario está en Santander.
El campamento empezó unos días antes haciendo unos talleres en el multifestival David de Torrelavega. Al día siguiente ya estábamos todos para empezar la marcha. Cantabria nos acogió en la parroquia de San Roque con una misa y la cena de después. El lunes, sin más tardar empezamos los actos en las calles de la ciudad, realizamos el flashmob de "La indiferencia mata" y octavillada. Por la noche hicimos revisión por grupos con una pequeña oración y después nos fuimos todos juntos a la playa, cantamos, bailamos, jugamos y nos mojamos todos.
El martes nada mas desayunar nos preparamos para ir a la Casa de Cultura y Solidaridad de Santander, donde empieza nuestra marcha: sacamos pancartas y megafonía y recorremos las calles del centro. Nos entrevistan en la radio y en la tele. Al volver a la parroquia nos cambiamos y nos vamos a playa. Después comemos, limpiamos y cargamos para ir a nuestro próximo destino, Valladolid.






Camino Juvenil Solidario difundiendo las revistas y libros del Movimiento Cultural Cristiano... como siempre desde que existe CJS. Animando a los vecinos a colaborar y estrechando lazos. Acción solidaria en las calles de Alcalá de Henares, sostenida por los jóvenes de Camino Juvenil Solidario. Puesto de publicaciones de Voz de los sin voz, iconos bizantinos, teatro encuentro, flashmob, exposiciones... y muchas ganas de trabajar por la solidaridad.
La gente deja sus impresiones

















Hoy en el norte se comenzó temprano a caminar hacia Zubiri, donde entramos cantando. Después de un bañito en el río, la pancarta quedó ambientando el albergue.
Verde. Caminamos y alrededor lo vemos todo verde. ¡Qué bonito es el norte!
Y es que hoy, hemos empezado las etapas del Camino de Santiago.
Después de desayunar nos pusimos en marcha, nada más y nada menos que a las ocho menos cuarto. Nos esperaban 21’5 km de recorrido para llegar a Zubiri y a las dos del mediodía ya estábamos allí. Pasamos por muchos pueblecitos, casi todos de casas blancas con tejados marrones o naranjas, todos preciosos. Típicos  pueblos acogedores del norte. Siguiendo siempre la flecha amarilla.
Al llegar, comimos. ¡Con unas ganas! Y no pudimos esperar para meternos en las duchas; y lavar la ropa, en un baño multilingüe donde algunos hablaban en francés, en inglés, en alemán, italiano y español… Algunos  hacíamos entre nosotros de traductores y de intérpretes para poder preguntar a la mujer de al lado si pretendía llegar hasta Santiago.
Y luego, una siesta, un descanso, estábamos tan cansados que necesitaría más sinónimos para describirlo.
Y sólo nos faltaba una tarde de agua: al río.
Pasamos lo que nos quedaba de tarde ( y de energías ) mojándonos los pies, algunos el cuerpo entero, otras con gritos cada vez que los chicos salpicaban…  y como no compartiendo un tiempo refrescante juntos.
Hemos acabado cansados, pero satisfechos, es ese tipo de cansancio del que te sientes orgulloso porque te das cuenta de que vale la pena sentir esa felicidad al llegar al destino; esa felicidad de mirar hacia atrás y decir: eso lo he caminado yo, eso lo hemos caminado nosotros, porque todo es diferente cuando lo haces en grupo, con amigos de verdad.
Mañana una etapa más.


Equipo de Comunicación del Ramal del Este.




Sigue el trayecto y la marcha a Badajoz parando en Ribera del Fresno donde pasamos. Todo el día visitando a los ancianos de la residencia de discapacitados.
Vemos el trabajo que realizan y nos organizamos en grupos para estar con ellos dando una fiesta con ellos sin que falta el baile y la pentanca.
Resaltando el ejemplo de solidaridad de los trabajadores sociales que dedican por entera su vida a ellos.
Todo el afecto y cariño que los ancianos nos dieron sin nada a cambio.
Una experiencia que todos hemos compartido con alegría, familiarizándonos con estos ejemplos de solidaridad.






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