Entre los
días 17 al 21 de Agosto algunas chicas de CJS estuvieron este verano en el
curso Norte-Sur titulado “Los muros de la vergüenza”. Entraba dentro del Aula
Malagón Rovirosa que acontecen en la Casa Emaús (Torremocha del Jarama), siendo
un elemento clave para la formación de las realidades que ocurren en nuestro
mundo.
Conocer lo
que está pasando entre las fronteras (que en realidad dividen el Norte
enriquecido del Sur empobrecido),no sólo en España sino del mundo es
escalofriante. A través de diversas charlas que contaban con expertos sobre
distintos temas; como es el hecho de la normativa europea y española ante la
llegada de inmigrantes, conocer las
causas de la radicalidad del Yihadismo o la huida del pueblo africano a Europa;
han sido fundamentales para conocer las causas de esta situación.
Entre las
charlas han aparecido testimonios, entre los cuales hemos podido conocer la
labor de distintas órdenes de hermanas que trabajan con los inmigrantes que van
a cruzar la frontera desde Marruecos y las que los acogen en España. Incluso el
de una hermana que vive el día a día en la
frontera entre Israel y Palestina.
Terminamos
con una fiesta final, donde los distintos grupos de trabajo habíamos organizado
un pequeño espectáculo y con un viaje a Ávila, donde difundimos y pudimos
acudir a la exposición de “Las Edades del Hombre”, conociendo la vida de Santa
Teresa.
La riqueza
cultural que hubo en esos días fue enorme, gracias a que acudieron gente de
todas las partes del mundo a contarnos sus experiencias. Conocimos como el
imperio trabaja a nivel político y judicial para acabar con los más
empobrecidos, y ante ello , testimonios
de lucha para acabar con esta injusticia. Es muy importante que los jóvenes conozcamos
que está pasando, por qué y tomar un
compromiso. Tanto desde la fe como de la educación solidaria no hay que dejar que
esta sociedad nos divida más, y que no seamos idólatras de la moda y de nuestro
“yo” el que nos impida ver más allá de nosotros mismos.
Lo que
actualmente está ocurriendo con los refugiados sirios, ocurre en multitudes de
lugares del mundo y no ahora, sino desde hace mucho tiempo. Personas que
anhelan un lugar donde poder sobrevivir, aunque para ello deban de dejar atrás
sus tierras y familias. No hay derecho
que ahora la misma Europa que cierra sus fronteras se ponga la careta de “solidaria” ante los pueblos que huyen de las
guerras, hambre, miseria y violencia; y que se silencie el trabajo que muchas
personas que entregan sus vidas por los que más sufren.
Marta, Feli y MariCarmen
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